Blog de setas y hongos de Emilio Jose Setas

Lluvia

Distintas fases de la lluvia

Con mi particular manera de explicar las cosas, voy a hacer hincapié sobre ese bendito elemento, que es el agua y la importancia y repercusión que tiene para todo, pero que esta vez vamos a ver como repercute en el monte y el porqué de las varias situaciones que se pueden dar con el paso del tiempo.

Cuando llueve lo puede hacer de muchas maneras y hay que saber diferenciarlas, unas de otras, no siempre llueve igual, ni mucho menos el monte y ni todas las setas en si lo aprovechan de la misma forma.

Pasado un tiempo sin lluvias la gente se escandaliza con las primeras aguas, porque existe la creencia de que esa primera lluvia va a hacer salir las setas de manera general y en masa, aquí pueden pasar varias cosas, dependiendo de varios factores, cuando llueve, hay que mirar atrás en el tiempo y sobre todo en el calendario y ver (Si los tenemos) los apuntes de precipitación de los últimos días o semanas, cuando fue la última vez que lo hizo y de qué manera llovió, si no llovió y esta lluvia, es la primera agua que recibe el monte, yo lo llamo “Agua a partir de cero” quiere decir que empezamos a contar a partir de esa fecha para la activación de los primeros micelios, siempre y cuando….Esto es muy importante, en un espacio de tiempo no muy largo, dependerá de la estación en la que nos encontremos, pues el agua no aguanta lo mismo en verano que en cualquier otra estación del año, le vuelva a llover otra vez, esa agua yo la llamo “Agua de mantenimiento” es la que permite al monte mantenerse húmedo y por tanto, que en un breve o largo periodo de tiempo las primeras setas puedan empezar a desarrollarse.

Si la seta o setas que vamos a buscar, tienen lo que yo llamo largos periodos de eclosión (Las variedades esas y sus nombres, no las voy a poner aquí) A las dos primeras lluvias, les hará falta una tercera o una cuarta precipitación, siendo siempre no menos importantes que las dos primeras, yo hasta incluso diría que son esas más relevantes que las dos primeras, puesto que esas ayudaran a que las setas se desarrollen, pero cayendo solo la primera y la segunda lluvia sin las dos o tres que le harían falta, no tenemos nada, hay que volver al principio de todo y empezar de nuevo a contar desde cero.

Lo que está más claro es que estamos hablando de a partir de unos litros de agua, de ahí para abajo, hay que empezar a contar de nuevo, desde la última vez que llovió y sumarles los últimos litros caídos, como he dicho antes, si es verano aquí la cosa se pone más difícil y por consiguiente más interesante, porque hay que hilar mucho más fino, a la escasez de lluvias hay que añadir los vientos que casi siempre suelen ser cálidos y la humedad relativa del ambiente  es casi inexistente. A veces esto también sucede en primavera.

Más sencillo es aunque pueda parecer todo lo contrario, hacer lo mismo, en primavera, invierno y sobretodo en el otoño, donde las húmedas relativas, totales y parciales son mucho más altas y los vientos suelen venir también cargados de humedad, ahora tenéis los ejemplos de las fuertes tormentas que se desarrollan por las tardes en los sistemas montañosos.

La lluvia algo vital e importante para las setas que es el caso que nos ocupa, tiene mucha relevancia cuando llueve, pero más definitivo es, de la manera que lo hace, no es lo mismo, caer 40 litros en cinco horas que caer en tres días, lo primero arrastra y casi no cala por la fuerza con la que descarga y la segunda aprovecha hasta la última gota, filtrándose de la manera que toca en el suelo, dando por consiguiente lo que llamo “El inicio del contador de agua” , empezando a poner todo la maquinaria numérica a trabajar, los resultados de todo son excelentes, y aquí recae muchos de los éxitos y fracasos de nuestras salidas seteras, tanto las tormentas de primavera y las de verano son a veces tormentas muy localizadas, sobre todo las de verano y hay que saber muy de primera mano donde ha descargado con total exactitud y si sabéis interpretar todo lo explicado más arriba, iréis con muchas más probabilidades de acertar el sitio donde tengáis pensado hacer vuestra futura salida a por setas.

Hay otra que cosa que puedo mencionar y es la “Lluvia fuera de plazo” lo he medio explicado más arriba, esta lluvia consiste en caer cuando hemos sobrepasado en tiempo los días que tiene para dejar caer el agua en los setales, ellos se activan como he dicho a partir de unos litros, de tiempo en días o en horas y de la humedad, si lo que necesitamos es que caiga en unos días, 5 por ej. Y lo hace en 8, esas setas ya no salen, si por el contrario ya están fuera y nos hace falta una “Lluvia de mantenimiento” con unos pocos litros es suficiente, es complejo, pero así es, todo es necesario y unos datos sin los siguientes que se necesiten para cerrarlo, se queda en eso, en nada, no tenemos nada que nos indique cual van a ser las primeras setas en salir, donde lo van a hacer y por supuesto, que setas vienen después de las primeras.

Añado que también estaría bien que supierais los ciclos de eclosión de cada seta, para ir mas sobre seguro, teniendo en cuenta el agua caída y la forma de filtrado que tenga en el monte en cada tormenta, pero aquí estamos hablando ya, de palabras mayores.

Lluvia de reactivación para setas fuera de temporada” (Setales tardios)

Esta puede ser quizás la parte más compleja de todo este artículo, porque podemos pensar que todo lo escrito más arriba es siempre en plena temporada o bien que en un futuro próximo si se da todo lo explicado y empiecen a eclosionar las setas en mayor o menor medida, ahora estoy hablando de fechas que no tiene nada ver con lo que estamos acostumbrados.

Aquí juega un papel muy importante la temperatura pues estamos hablando de los meses de invierno sobre todo, pero también en los calurosos meses de verano, pero que unido con la lluvia que es imprescindible, el roció o la nieve, puede dar como resultados unas salidas de setas escandalosas, todo esto, hay que seguirlo paso a paso y la lluvia o la nieve tiene que caer de manera apropiada y tener unas temperaturas agradables, algo complicando teniendo en cuenta de los meses que estoy hablando.

Aun así, después de los correspondientes estudios a pie de campo, la mayoría de los años, cojo en proporción más setas en invierno que en otras fechas, teniendo en cuenta el ambiente totalmente hostil que las rodea y para que ellas se puedan reproducir con relativa normalidad.

Por eso debe todo venir marcado por unas pautas muy importantes, debe de llover y en los días sucesivos hacer unas temperaturas diferentes a lo que debería de ser habitual por esas fechas, esas puntas de aire semi-calido, las suele hacer en espacios cortos de tiempo y nos debemos dirigir a esos sitios donde haya una buena espesura de matorral, para que las setas que allí vayan a salir lo hagan al abrigo y no estén a cielo descubierto, porque no queda ninguna, se congelan todas, en el caso de que finalmente logren salir.

Pese a todo, debe de volver a llover con asiduidad, para que se puedan coger por ej. Níscalos, de Diciembre a la primavera siguiente, Colmenillas en Febrero, Marzuolus en Enero y así sucesivamente es lo que tiene entender cómo y de qué manera está lloviendo, porque si….es agua, pero no toda da los mismos resultados ni mucho menos.